24 diciembre 2009

Semana Zombie - Día 3: Sobrevive bien, y no mires con quién

Los zombies son una constante más o menos constante (valga la redundancia) en la literatura de terror. Aparecen en numerosos cuentos populares y en relatos de grandes escritores del género, como Poe o Lovecraft, y novelas modernas de ciencia ficción. Entre todas ellas, vamos a destacar el trabajo del escritor americano Max Brooks.

Celebritieeeeeess: Hoy... Max Brooks

Brooks siguió los pasos de su padre (el celebre cineasta Mel Brooks) y se introdujo desde joven en el mundo de la comedia, realizando parodias de libros y como guionista del famoso Saturday Night Life. Pero su mayor éxito lo consiguió con dos libros de temática no-muerta: "Zombi: Guía de supervivencia" y "Guerra Mundial Z". El primero de ellos, y del que os hablaré en el siguiente espacio, es una guía "real" de supervivencia para prepararse ante una amenaza zombie. El segundo es una crónica a modo de investigación sobre una terrible guerra entre el hombre y los muertos vivientes. Aún no he tenido ocasión de leerlo, pero está pendiente. Centrémonos por tanto en la guía de supervivencia.

Adquirí este libro después de enamorarme de él al descubrirlo en la sección de humor de una librería. Un libro que trataba de manera tan seria algo tan absurdo como la amenaza zombie tenía que ser divertido a la fuerza. Estaba seguro de que iba a pasar un buen rato leyéndolo. Y me lo confirmaban los comentarios de la crítica que adornaban la contraportada del libro, cosas como "Tan bien documentado que asusta más que divierte".


No esperaba hasta que punto eran ciertas esas palabras.

A medida que vas leyendo los diferentes capítulos del libro (descripción del zombie, defensa, ataque, huída...), descubres la exahustividad con la que es tratado cada aspecto y detalle, cada estrategia, las listas de equipo necesario, los consejos, las advertencias. Por mi parte, a las 20 páginas me reía de la seriedad que destila. A las 60 pensaba con una sonrisa que tal y como estoy lo tendría muy crudo en un ataque zombie. A las 200 páginas me sorprendía a mí mismo pensando en todas las salidas posibles al entrar en un edificio (como mi facultad), y cuáles habría que derribar y cuáles defender. A las 300, me agobiaba pensando en las terribles consecuencias de que todo esto pudiera, por muy remota que fuese la posibilidad, ser real.

Y por ello es un libro genial. Nunca pensé que algo tan absurdo pudiera llegar a provocarme esa angustia.. Siempre acabó con dichas preocupaciones dándome cuenta de lo ridículo que resulta... pero a los cinco minutos no puedo evitar que surge la misma duda: sí, sí, muy absurdo, pero... ¿y si...? En algún momento, las conversaciones con mis amigos se han vuelto totalmente esperpénticas, discutiendo la casa de quién es más segura, a dónde deberíamos acudir primero en un apocalipsis zombie, y como podríamos suministrar electricidad a todo una urbanización. Y cuando parece que ya lo hemos pensado todo y estamos "tranquilos", alguno salta con un "¿Es que os olvidáis del cristal del Telepizza? Podrían entrar por ahí...", y otra vez a empezar.

Esto será el único regalo que querrás por Reyes.

Si quieres pasar un rato entretenido (y agobiante) con las dudas que este libro te hace plantearte, no lo dudes y cómpralo. Será una gilipollez. Pero lo agradecerás si el "¿y si...?" llega algún día.

1 comentario:

HighEntomologist dijo...

Si bien la solución para todos los problemas (o por lo menos de todos los problemas que se solucionen matando a Pedro; según Minamoto, aka Dr. Horrible, todos) puede ser la Pirohemia, es sabido por todos que para con los zombies nada sobrevive al poder en bruto de una escopeta apuntada unos 30º hacia arriba respecto al horizonte. Para economizar munición (bastante escasa en este tipo de altercados) recomendable esperar a que los zombies hagan piña.