03 junio 2012

Comentario peliculero 26: Blancanieves y la leyenda del cazador




Título: Blancanieves y la leyenda del cazador (Snow White and the hustman)
Dirección: Rupert sanders
Año: 2012
Duración: 128 min.
Género: Aventuras, acción.
Intérpretes: Kristen Stewart (Blancanieves), Charlize Theron  (reina Ravenna), Chris Hemsworth (Eric, el cazador),  Sam Claflin (príncipe William), Bob Hoskins  (Muir), Toby Jones (Coll), Nick Frost (Nion), Ian McShane (Beith), Ray Winstone (Gort), Brian Gleeson (Gus)
Guión: Evan Daugherty, John Lee Hancock y Hossein Amini; basada en una historia de Evan Daugherty

Puntuación personal: 4


Opinión: Parece que todos los hados se han conjurado (y nunca mejor dicho, por lo de hados y conjurar) para que acabe con una sobredosis de cuentos de hadas en las últimas semanas. Partiendo de la versión de Blancanieves de Julia Roberts estrenada hace un tiempo, y pasando por la serie de cómics "Fábulas" y la de televisión "Once upon a time", así como otros cuentos para dormir contandos de mi propia boca para alguien especial, llega ahora otra versión del clásico cuento sobre la más bella de entre las bellas. Aunque parece que en "Blancanieves y la leyenda del cazador" no se leyeron esa parte.

La mujer tabla, en todos los sentidos


El protagonismo de esta película quiere repartirse entre tres personajes. Y digo quiere porque la propia "protagonista" que da título al cuento y película no parece más que un mero figurante hasta bien avanzada la historia, con unos diálogos cortos y pobres, no haciendo más que correr (malamente), gemir y poner una cara constante a medio camino entre el estreñimiento y el empanamiento. Kristen Stewart es mala de cojones. No sabe actuar, no sabe transmitir nada, y cuando lo hace, son emociones que no entiendes en esa situación y que no vienen a cuento. Por no mencionar su aspecto físico. La belleza es cuestión de gustos, lo sé. Pero siguiendo unos estándares básicos y llevando las gafes puestas, nadie podría atreverse a decir que Kristen Stewart es, ni por asomo, más guapa que la radiante Charlize Theron, ni aún contando con los catorce años de diferencia entre ambas. La película es un sin sentido desde el mismo momento en el que el espejo mágico (bastante original en esta versión) tiene los reflectantes cojones de decirle a la reina que Blancanieves es más bella que ella. Estoy seguro de que el actor que doblase al espejo tuvo que repetir la escena un montón de veces hasta que consiguió dejar de reirse, y los ordenadores daban error de Windows cuando quisieron poner los efectos especiales.

Los otros dos tercios de historia recaen sobre un Chris Hemsworth bastante correcto como el Cazador (siendo esta vez más imponente que en Thor) y desenvolviéndose con soltura en las profundidades del bosque, y una Charlize Theron como la reina Ravenna, que acapara toda la atención cada vez que entra en escena, siendo su personaje y sus impresionantes transformaciones y hechizos lo mejor con diferencia de toda la película. Entran también en juego los míticos siete enanos (mucho menos carismáticos que sus predecesores en la cinta de Julia Roberts), entre los que reconocí a actores como Ian McShane, Toby Jones o Bob Hoskins.

Antes los tronos eran dorados y grandiosos, ahora se tiende a copiar el Trono de Hierro.


En general toda la historia crea una sensación constante de estar mal narrada. Muchos minutos de recreación al comienzo con un prólogo tal vez excesivamente largo para lo que se quería contar después, siendo aún así de lo más entretenido que hay. Pasados tres cuartas partes de la película, todo sucede de forma atropellada y sin sentido, usando escenas bastante tontas para querer justificar elementos necesarios de la trama. Así nos encontramos con un Bosque Oscuro muy desaprovechado para lo que podía ofrecer (¿un bosque "vivo" con gases alucinógenos que juega con tus miedos y debilidades? ¡Eso es muy molón!); un claro lleno de magia y fantásticos animales que, como me comentó uno de mis acompañantes, parecía sacado/copiado de Narnia, y que fueron diseñados para nada; una idiotez de príncipe y un malo secundario aún más subnormal SPOILER (¿Cómo se te ocurre gritarle a un bruto armado que la reina no va a cumplir sus tratos cuando aún no tienes lo que quieres? Es que hay que ser tonto, joder) ; y una arenga final que no se sostiene la cojas por donde la cojas, demostrando que los buenos de la peli son idiotas o están realmente desesperados y no tienen aprecio alguno por sus vidas SPOILER (Porque es ridículo que caballeros armados sigan a la batalla a una niña que acaban de conocer, no tiene ni media hostia y no ha manejado un arma en su vida. Y ala, cuatro pelagatos a la batalla con ella como nuestro general, contra una hechicera, su gigante castillo y su enorme ejercito. Deberíais estar todos muertos.)

Y no me querría despedir sin hacer mención a ese gran protagonista olvidado, pero que dificilmente puede ser ignorado: las pedazo de orejas de Kristen Stewart. Los buenos no siguen a Blancanieves, siguen a sus orejas, que son más grandes y tienen más personalidad, y que seguro que sintonizan Antena 3, Intereconomía, OndaCero y el Canal 47. Propongo que en un futuro reestreno o segunda parte, el titulo sea cambiado a "Las Orejas de Blancanieves y la anécdota del cazador". Un título mucho más acorde a lo que vais a encontrar en el cine.

Parece que está intentado resolver una integral, pero no, está en mitad de una batalla.

12 marzo 2012

Verdades como templos

Solución del último Carnival:

1. Colecciono carteles de películas, tanto en tamaño poster como cuartilla: MENTIRA, no colecciono carteles de películas, aunque me gusten y tenga varios colgados. Colecciono otras cosas, como figuras de plomo y otras frikadas.

2. Me encantan los dormitorios grandes, espaciosos, amueblados lo justo, de techos altos: MENTIRA, me agobian los dormitorios así. Me gustan las habitaciones acogedoras, sin techos altos, con muchas cosas y muebles. Me costaría dormir en una habitación vacía y grande. Me siento desprotegido.

3. Tuve claro que quería estudiar Medicina desde que era bastante pequeño: MENTIRA, no elegí estudiarla hasta el bachillerato, cuando me interesé por ella. Cuando era pequeño, quería ser director de cine. Me encanta el cine, y me gustaría formar parte de su mundo. Grabé un corto bastante malo hace años, y me gustaría mucho poder participar en más, con nuevas y mejores ideas. Pero como una afición. Mi trabajo quiero dedicarlo a la Medicina tal y como la entiendo.

4. Sólo me masturbo en fines de semana: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA...ay... MENTIRA

5. No me gusta el ajetreo de los viajes, y sólo he salido de España para ir a Portugal: MENTIRA, au contraire, me encanta viajar y no me da ninguna pereza. He estado en Inglaterra, Francia, Italia, Mónaco, Rep. Checa, Hungría, Holanda... y me siguen pareciendo pocos. Aún tengo muchos sitios por visitar, y espero hacerlo pronto y en buena compañía.

6. En Nochevieja no tomo las tradicionales doce uvas: VERDAD. No me gustan las uvas, y menuda manera sería de comenzar todos los años. En su lugar, lo sustituyo por otras doce cosas pequeñas, como doce cereales, o doce lacasitos.

7. Prefiero mil veces un buen vino a la cerveza, y un buen té al café: MENTIRA. Soy cervecero a manta, aunque empiezo a cogerle la gracia al vino. Lo mismo con el café, que me encanta, pero tampoco rechazo un buen té.

8. En realidad, apenas necesito gafas, ya que sólo tengo 1 dioptría en el ojo derecho, y solo me las pongo para leer y usar el ordenador: MENTIRA. Necesito gafas constantemente. Veo menos que un gato de escayola. A veces da cosa pensar en lo limitante que es, ya que dependo de dos trocitos de cristal para hacer una vida normal.

9. Cuando me concentro, doblo la lengua en el interior de mi boca en diferentes posiciones: VERDAD, no sé por qué lo hago, pero es así desde que tengo memoria. Hacia los lados, hacia atrás...

10. Nunca, jamás de los jamases, me pongo camisa (excepto en situaciones muy especiales, como una boda): MENTIRA, todos los que me conozcan verán que uso camisas de cuadros y colorines constantemente.

11. Soy Batman: MENTIRA, tengo papis, no soy muchimillonario y no estoy entrenado. Pero una cosa rollo Adam West podría ser.

12. Odio andar. Voy en coche hasta a la vuelta de la esquina si tengo oportunidad: MENTIRA, me encanta andar, y lo hago siempre que puedo. Me he acostumbrado a ir andando everywhere. De hecho, a día de hoy, no tengo ni carnet de conducir.

13. Tengo insectofobia y aracnofobia: VERDAD, aunque la he superado en parte, porque de pequeño era bestial, aún tengo un pavor irracional a los insectos de gran tamaño. No puedo con una cucaracha o un morgaño. Y como me diga eso de "tiene más miedo él de ti que tú de él", te comes los dientes por listo.

14. Tengo un esqueleto humano casi completo guardado en una caja, recopilando huesos sueltos de diferentes cadáveres del departamento de Anatomía, Antropología y el cementerio local: MENTIRA, ¡pero molaría un huevo!

15. Vale, no soy Batman. Pero podría ser Robin: MENTIRA, las mallas no me quedan nada bien.

16. Tengo una cicatriz en mi espalda con forma redonda, debido a que me saltó accidentalemente la metralla de un explosivo experimento durante 1º de Bachillerato: MENTIRA, la cicatriz existe, pero está ahí por una intervención quirúrgica, no por una explosión. Pero siempre que alguien me la ve, le cuelo la misma mentira durante un rato. Ay, conversaciones de cama...

17. Es muy fácil hacerme cosquillas. Apenas aguanto un dedo en mi costado sin saltar: MENTIRA. Apenas tengo cosquillas, y hay que buscar mucho para encontrarlas. Una gran ventaja cuando es hora de incapacitar a algún cosquillero.

18. En realidad, he escondido una cuarta verdad entre todas las mentiras anteriores: MENTIRA, pero me gusta dejaros con la intriga, que sois unos desconfiados.

Y con esas respuestas, las ganadoras han sido Cristina y Belén con los 3 aciertos (pero juegan con ventaja, que me ven el careto todos los días :P).

Las siguen Julipy y Jill con dos aciertos cada una (muy bien!)

Y por último H@n, con un solo acierto, pero se le ven las buenas intenciones :P

¡Gracias por participar! ¡Visitad los blogs del resto!

04 marzo 2012

El ciclo de la ropa

Es indudable que todo ser sigue un ciclo de vida. Nacen, crecen, se reproducen si les da por ahí, y mueren con más o menos estilo. Es el ciclo sin fin, que lo envuelve todo (toma referencia cinematográfica). Pero no sólo los seres vivos cumplen con este ciclo. Estamos rodeados de él por todas partes, en los objetos más cotidianos, como un frigorífico o la ropa. Y esto es algo que un estudiante que vive lejos de la tutela paterna sabe muy bien. Y si no, fijaos bien: vuestra ropa cumple siempre con su ciclo, sean camisetas, pantalones, blusas o faldas. Puede que según la disposición de vuestras habitaciones y pisos sea algo diferente de la mia o la de vuestros amigos. Pero siempre se cumplirá.

Es por ello que quiero haceros conscientes de este bonito círculo de muerte y resurrección en el que participáis sin daros cuenta. Es pequeño, pero a la vez muy grande. Solemne en determinados momentos. Y constante.

EL CICLO VITAL DE UNA CAMISETA

Pongamos por ejemplo esa camiseta inocente, con ese dibujillo simpático, que te has puesto hasta la saciedad. Esa camiseta no es la misma hoy que cuando la compraste. Ha vuelto a nacer una y otra vez, reencarnándose y renovándose cuál hindú, que antes ha pasado las vidas de lombriz, puma, escarabajo pelotero, productor musical y vendedor de seguros.

EL NACIMIENTO

El primer punto del ciclo vital de tu camiseta comienza, como en el ser humano, viendo la luz. Cuál parto simulado, es dada a luz a través de la puerta de tu armario abierto, dobladita y limpia como la dejaste. Así, fresca y reluciente, está dispuesta a cumplir con su cometido: vestir ese cuerpo serrano tuyo.

LA VIDA EXTRA-ARMARIL

Una vez tu camiseta vuelve contigo a casa, menos fresca, menos reluciente y por lo general más maloliente, es depositada en su primera residencia: la cama. Ese objeto con doble vida, reposo de noche, almacén de día. Allí tu camiseta pasa el día hasta el momento en el que, cuando quieres dormir, es trasladada, junto con sus otros compañeros roperos, a su segunda residencia nocturna: la silla. Cumple así con un subciclo dentro de su ciclo principal, en el que reposa tumbada por el día, y se sienta de noche.



LA PRUEBA DEL OLFATO

En ciertos momentos de esta parte de su vida, la camiseta es sometida a una importante prueba de selección olfativa. Su dueño coloca las fosas nasales a la altura de lo que viene siendo la axila, o sobaquillo, y aspira fuertemente, valorando el nivel de toxicidad que expele la camiseta. Si no cumple con los niveles de peligrosidad establecidos, es seleccionada de nuevo para el vestir, volviendo de nuevo al final de la primera etapa. Sin embargo, si no pasa las pruebas olfatorias, continua su ciclo vital a la nueva fase.

LA DECADENCIA

En el momento en el que ya no puede cumplir su cometido, la camiseta, pobre e impregnada con todos los desechos malolientes de su amo, es arrojada con desprecio a su decadencia, dejándola tirada en una improvisada residencia de ropa sucia, que en mi caso es conocida como "el cuarto de al lado encima del sofá-cama cutre ese". 

LA MUERTE Y FUNERAL

Finalmente, desechada al final de su ciclo, la camiseta muere. Días después, a modo de simbólico funeral, es enterrada en una fosa común llamada maleta, junto al resto de sus compañeros, que como ella, cumplieron hasta el final con su cometido y ciclo. Al final de su vida, la camiseta se traslada a su tierra natal, a su hogar, donde es recibido por los amables, húmedos y espumosos brazos del dios Lavadora. Y allí, reforzada por el poder del jabón y suavizante, renace nueva, limpia, reencarnada. Para comenzar again el ciclo sin fin.

Ahora id, y dar las gracias a esa camiseta que seguro que tenéis tirada ahora mismo en vuestra cama.

Mentirusco gordo atao con piedra

¡Otro Carnival Freak salvaje apareció!

Esta edición, nuevamente convocada por H@n, es bien sencilla: soltar una ristra de mentiracas gordas atás con piedra sobre ti mismo y ocultar alguna verdad entre ellas. En mi caso he ocultado tres verdades entre esta lista de invenciones sobre mí. En futuras ediciones dedicaré otra entrada a explicar por qué son o no mentira. ¡A ver si las acertáis! 

1. Colecciono carteles de películas, tanto en tamaño poster como cuartilla.
2. Me encantan los dormitorios grandes, espaciosos, amueblados lo justo, de techos altos.
3. Tuve claro que quería estudiar Medicina desde que era bastante pequeño.
4. Sólo me masturbo en fines de semana.
5. No me gusta el ajetreo de los viajes, y sólo he salido de España para ir a Portugal.
6. En Nochevieja no tomo las tradicionales doce uvas.
7. Prefiero mil veces un buen vino a la cerveza, y un buen té al café.
8. En realidad, apenas necesito gafas, ya que sólo tengo 1 dioptría en el ojo derecho, y solo me las pongo para leer y usar el ordenador.
9. Cuando me concentro, doblo la lengua en el interior de mi boca en diferentes posiciones.
10. Nunca, jamás de los jamases, me pongo camisa (excepto en situaciones muy especiales, como una boda).
11. Soy Batman.
12. Odio andar. Voy en coche hasta a la vuelta de la esquina si tengo oportunidad.
13. Tengo insectofobia y aracnofobia.
14. Tengo un esqueleto humano casi completo guardado en una caja, recopilando huesos sueltos de diferentes cadáveres del departamento de Anatomía, Antropología y el cementerio local.
15. Vale, no soy Batman. Pero podría ser Robin.
16. Tengo una cicatriz en mi espalda con forma redonda, debido a que me saltó accidentalemente la metralla de un explosivo experimento durante 1º de Bachillerato.
17. Es muy fácil hacerme cosquillas. Apenas aguanto un dedo en mi costado sin saltar.
18. En realidad, he escondido una cuarta verdad entre todas las mentiras anteriores.


13 febrero 2012

La escala de los vaqueros, las bragas y la cama

Hombres del mundo, estoy seguro de que muchas veces, amparados por ese aura de confianza y compadreo en reunión con otros semejantes masculinos, habéis mantenido largas conversaciones sobre las féminas de alrededor, conocidas o no, clasificándolas en diferentes escalas según su grado de follabilidad y los respectivos gustos de cada uno. Pero ¿cómo expresar de manera rápida y fácil de entender por el resto de tus amigos tus gustos a la hora de clasificar el atractivo de una mujer? Muy fácil en los extremos ("¿A esa? Del tirón..." o "Es que no la toco ni con un palo"). Pero entre ellos existe un amplio hueco lleno de variaciones, sis, peros y dependes.

Por ello os traigo la clasificación Rodríguez-Benítez-Torres-Cantimpalo-Awesome, o más comúnmente conocida como "En bragas y en la cama". Con ella podréis zanjar rápidamente largas valoraciones sobre féminas.

Esta escala comprende sólo dos posibilidades:


  • EN BRAGAS Y EN LA CAMA: Es una forma rápida de decir "pues sí que me la follaba si me encontrase en bragas y en la cama". Es decir, se trata de una chica que no despierta un gran interés en ti, pero no la descartas como una posible (y momentánea) compañera sexual, siempre y cuando no implique un gran esfuerzo por tu parte. Sólo accederías si se se te presentase una buena oportunidad (de ahí, "en bragas y en la cama").
  • EN VAQUEROS Y EN LA PUERTA: Forma rápida de decir "con esa, lo intentaba aunque estuviera en vaqueros y en la puerta". Es decir, se trata de una chica que merece la pena, y estarías dispuesto a hacer un esfuerzo para ligártela. Los motivos pueden ser variados, desde que sea especialmente atractiva y merezca la pena currárselo para disfrutar de un pol**zo con ella, o porque te gusta más allá de unas pocas noches de diversión.
De esta forma, podríamos añadir estos dos nuevos puntos a la enorme línea que separa los extremos de atractivo de una mujer, quedando así:



Hacer referencia a esta clasificación os ahorrará muchos preciados minutos de vuestro tiempo para hablar de más mujeres (y en consecuencia, del doble de tetas) y facilitará a vuestros amigos la comprensión de los, en ocasiones, complejos pensamientos de un hombre sobre esa chica que todos estáis pensando.