08 diciembre 2007

Comentario peliculero 7: Beowulf


Título: Beowulf (Beowulf)
Año: 2007
Director: Robert Zemeckis
Género: Acción, Fantasía épica
Intérpretes: Ray Winstone (Beowulf), Anthony Hopkins (rey Hrothgar), John Malkovich (Unferth), Robin Wright Penn (Wealthow), Brendan Gleeson (Wiglaf), Crispin Hellion Glover (Grendel), Alison Lohman (Ursula), Angelina Jolie (madre de Grendel)
Guión: Neil Gaiman y Roger Avary
Duración: 113 min

Sinopsis: En la época de los héroes aparece el más poderoso guerrero de todos: Beowulf. Después de destruir al demonio Grendel, Beowulf provoca la eterna ira de la seductora y despiadada madre de la bestia, quien utilizará cualquier medio posible para asegurarse la venganza.
Puntuación personal: 3,8/5
Opinión: Antes de acudir al cine a ver la obra de Robert Zemeckis, las unicas referencias que tenía respecto a "Beowulf" eran la existencia de un cantar épico anglosajón que narraba las aventuras de un bravo guerrero-cazador (y que no he tenido la oportunidad de leer aún) y la adaptación del mismo al cine en una peliculilla lamentable protagonizada por Christopher Lambert (que un buen día tuve la mala idea de alquilar en vídeo). La nueva adaptación del texto inglés prometía entretenimiento rápido, sencillo y muy espectacular (todo lo que faltaba en la primera película), así que como aficionado a todo lo que lleve héroes, monstruos e historias épicas, mi cita con Beowulf no podía retrasarse.

¡No tiene verga!

Debo reconocer que mi primera impresión, en la cola para comprar entradas, no fue buena: su calificación era "no recomendada para menores de 13 años". Me temía lo peor: película familiar, nada de tacos, nada escenas subiditas de tono, violencia la justicia. Algo muy artificial. Pero aún así, el espectáculo no me lo iba a quitar nadie, así que no me eché atrás.

¡No tiene verga! (afortunadamente)

Gracias a Odín, y para mi agradable sorpresa, me equivoqué. Ya desde muy pronto la acción y la violencia brutal lleno la gran pantalla con una espectacular secuencia de Grendel (el simpático monstruo deforme a por el cuál acude el héroe) descuartizando todo un comedor de comensales ante la atónita mirada del rey Hrothgar (Anthony Hopkins), que presencia la escena medio desnudo. A partir de ese momento, olvidaos de la moraleja Disney: Beowulf no viene a educar a vuestros hijos. Ya que las motivaciones del héroe no son las de que el bien perdure, librar a los aldeanos de su sufrimiento, o impartir justicia allí dónde le dejen. Tan sólo su ego, su afán de gloria, es lo que mueve al personaje a mover un dedo (valga la redundancia). Además de este ideal tan elevado, otros igual de correctos pueblan la cinta: el trato a la mujer como un mero objeto, las bromas groseras y de contenido sexual, lujuria, instintos suicidas... todo lo que ataño hacía grande a la masculinidad, que se imponía por encima de todo. Sin duda, tanto Roger Avary como Neil Gaiman han sabido plasmar en el guión una versión creíble en ese sentido, olvidándose de lo poco educativo que resulte.


¿¡Eso es una verga gigante?!

Según avanza la película, el guión va transformándose en acción pura hollywoodiense, un despliegue de ordenador que logra impresionar. Las batallas, los efectos del agua, la roca, el fuego, el pelo, la nieve, y sobre todo la conversión de los actores al mundo digital, un trabajo admirable. La animación se vuelve adulta, y estoy seguro que Beowulf (junto con Polar Express, su antecesora "ñoña") será la primera de una nueva forma de hacer cine.


¡No tiene verga! ¡Digo ceja!

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¿Pero esto lo ha hecho Neil Gaiman?! Si lo llego a saber la habría visto...